Es una antigua raza de trabajo de los pastores nómadas del Himalaya y un guardián tradicional de los monasterios tibetanos. Se ha rodeado de gran misticismo desde que fue descubierto en la antigüedad. Desde su mención por Aristóteles (384-322 a. C.) a las famosas escrituras de Marco Polo , quien fue a Asia en 1271, todos los informes históricos alaban la fuerza natural y grandeza del dogo del Tíbet, tanto física como mentalmente. Hasta su ladrido ha sido descrito como único y como característica altamente atesorada de la raza. El registro de la venta más alta por un perro de esta raza es de 1.6 millones de Euros, un perro llamado Hong Dong comprado por un magnate del Carbón en China. Los canófilos europeos destacados del pasado como Martin y Youatt, Megnin, Beckmann, Siber, así como también Strebel, Bylandt, han investigado intensamente al mastín tibetano por estar fascinados con su origen y función en la cultura tibetana. Está considerada como la raza de donde derivaron to